Corinna desviaba dinero de su empresa de ‘chocolates’ con Díaz Ferrán a las Islas Vírgenes
La princesa Corinna transfirió fondos de su empresa de ‘chocolate’ a una sociedad ubicada en las Islas Vírgenes. Apollonia International Limited recibía dinero de la empresa chocolatera en la que también participaban como socios Gerardo Díaz Ferrán y Arturo Fernández.
Esta sociedad era partícipe destacada de Sir Hans Sloane Chocolate and Champagne House, fundada en 2006 por la amiga íntima del Rey Juan Carlos I. La princesa Corinna Zu-Sayn Wittgenstein fue incluso su directora al inicio. Su presunta sociedad oculta en la isla de Tórtola (Islas Vírgenes Británicas) poseía 334 acciones, paquete sólo superado por los expertos financieros Frederick y Natasha Moshert, con 379 acciones.
Todo ello muy lejos de la participación de los socios españoles como Gerardo Díaz Ferrán, que a través de la sociedad usada precisamente para el alzamiento de bienes de la estafa de Viajes Marsans controlaba 83 acciones, las mismas que su amigo y compañero de tarjetas black Arturo Fernández. El empresario Plácido Arango apenas poseía 44 acciones. Jerónimo Páez, vinculado a diversas empresas como Acciona o Constructora San José, les superaba, con 143 acciones.
Si la presencia de estos empresarios españoles en el accionariado de un proyecto de fabricación de bombones a la carta chirriaba, más grave resulta que dos de sus propietarios tuvieran como base un paraíso fiscal: Maitland Trustees e International Apollonia Limited.
De hecho, la mayor parte del dinero transferido o adeudado por la sociedad bombonera de Corinna tiene como destino precisamente una sociedad de nombre coincidente con la suya. Apollonia es un denominador común en los nombres de las empresas de la amiga entrañable del Rey Juan Carlos. Según iba cerrando una compañía, fundaba otra manteniendo Apollonia.
La evidencia de que esta empresa era suya se basaba en el hecho de que mientras era directora se transferían a la vez fondos de su empresa a dos firmas de nombre similar: Apollonia Ventures Limited y Apollonia International Limited. La primera es oficialmente de Corinna, la segunda no se puede rastrear al estar ubicada en un paraíso fiscal situado en las Islas Vírgenes.
Pero Corinna, socia y directiva de la empresa chocolatera, nunca habría permitido transferir fondos a una empresa situada en un paraíso fiscal con su nombre de no ser de ella. Por otro lado, la firma opaca es la única accionista que, presuntamente, puede avalar el papel destacado que tenía en la empresa ya que sus otras Apollonia nunca figuraron en ella.
Este dato, la existencia de una sociedad viva aún en 2010 en las Islas Vírgenes de Corinna, lleva al enigma de cuántos ingresos tenía más esta sociedad opaca de la amiga íntima del Rey Juan Carlos y cuál era su origen y justificación. Sólo queda clara, por el momento su voluntad de ocultarlos en una isla poblada de los mayores defraudadores fiscales del globo.